¿Te cuesta incluir la verdura en la dieta?
No te gusta, pero sabes que su inclusión en la alimentación es fundamental. Éstas son sólo algunas ideas muy básicas y sencillas para ‘enmascarar’ un poquito su sabor.
Son muchas las personas a las que las verduras y hortalizas no les ‘dicen’ demasiado, por lo que les cuesta más incluirlas en los menús diarios. Sin embargo, está fuera de toda duda que, a nivel nutritivo, aportan numerosas propiedades y beneficios para el organismo.
El secreto pasa muchas veces por ‘enmascarar’ en cierto modo su sabor y poder así consumirlas sin que esto suponga un ‘mal trago’. Éstas son sólo algunas ideas realmente sencillas para conseguirlo (especialmente interesantes en caso de tener niños en casa con esta especial aversión hacia ‘lo verde’):
Con bechamel: En una fuente de horno con base de salsa de tomate, dispón la verdura, cubre con bechamel, espolvorea con queso rallado y gratina.
Con puré de patata:
Dispón la verdura en una fuente de horno con salsa de tomate. Cubrir con puré de patata, huevo batido por encima y gratinar.
En tempura: Lavar y cortar en tiras la verdura: cebolla, calabacín, pimiento y zanahoria. Pasar por una mezcla de harina (hay harinas especiales para tempura) y agua helada. Freír en abundante aceite de oliva virgen caliente pero no humeante. Si se utilizan verduras como coliflor, brécol o espárragos verdes, conviene escaldarlas antes.
Con patatas y tomate:
Prepáralas cocidas o al vapor y colócalas sobre salsa de tomate acompañándolas con patatas fritas o cocidas. La salsa de tomate, mucho mejor si es casera. En cualquier caso, mejor evitar salsas como el ketchup industrial (hay quien lo utiliza para enmascarar el sabor de infinidad de alimentos), mucho menos saludable.
Comer Sano hola
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